Iguazú

Llegamos a las cataratas argentinas!!!

2ª etapa del viaje. Nos vamos a Puerto Iguazú!!! Nuestra misión… Ver las cataratas de Iguazú desde el lado argentino y el brasileño.

Para hacerlo todo bien y con tranquilidad, bastante paliza traíamos ya de Buenos Aires, nos quedamos 2 días en Puerto Iguazú (lado argentino), en el O2 Hotel Iguazú, un hotelazo perfectamente adaptado, al que no le faltaba detalle, me hubiera quedado allí 1 semana haciéndome limpiezas de cara, etc., que buena falta me hacían.

El equipaje grande lo dejamos en el hotel de Buenos Aires, volveríamos para pasar la última noche y nos lo guardaron sin problemas. A las cataratas nos fuimos con una mochila pequeña para no facturar y empezar el tour en cuanto llegásemos.

El día empezó mal. Nos retrasaron 2 horas el vuelo, 2 horas menos sin cascadas y la parte argentina tiene mucho que ver y encima llegaríamos con todo el calor.

No hace falta que contratéis visita guiada. Las podéis ver por libre perfectamente, eso sí, comprad las entradas online y ahorraréis mucho tiempo. Cuando vayáis a comprar, pinchad en categoría general o exentos. Para y acompañante son gratis, y menos mal porque con el retraso tuvimos que sacarlas de nuevo. No hay cupo, no os quedaréis sin entradas.

Según llegamos al aeropuerto pillamos un taxi y nos fuimos a las cataratas que estaban a 10`. Llegamos, dejamos la mochila en una consigna y a disfrutar. Las cataratas argentinas tienen 2 circuitos, el circuito inferior con bastantes escaleras y espectacular, y el circuito superior totalmente accesible, precioso y con la Garganta del Diablo, la estrella de los circuitos, donde te empapas con el agua de la catarata y que lamentablemente estaba cerrada y en obras debido a las inundaciones de hace unos meses. Un tren eco y adaptado te acerca a todos los puntos pero luego hay que caminar bastante. Y ¿Por dónde creéis que empezamos? Por el inaccesible! Eso es! jajaja. Pero la gente se ofrecía a ayudar constantemente. Cosa que no me ocurrió en Plitvice (Croacia).

Luego nos cayó encima toda la lluvia de la selva y el circuito superior no lo pudimos hacer . La lluvia es algo a tener muy en cuenta a la hora de trazar los planes, aunque esta lluvia no estaba prevista. La verdad es que tuvimos mucha suerte, pudimos ver a lo que íbamos y no nos pilló en medio de ningún circuito. Y, a pesar de todo, me calé hasta los huesos.

A la salida de las cataratas tenéis un montón de coches sin ningún distintivo que son taxis. Te llevarán al centro del pueblo por 3500 pesos (10€) , lo mismo que nos costó llegar desde el aeropuerto y eso que el aeropuerto estaba mucho más cerca.

Nos vamos al lado brasileño .

La opción más barata para llegar hasta allí es el bus pero queríamos más comodidad, ir de puerta a puerta. Opción 2 viaje organizado, precio 5000 pesos por persona, pero la excursión duraba 6 horas y no lo veía. Hablo con el hotel ¿Un taxi al lado brasileño? 10000 pesos (27€) entre los 2 y voy y vengo cuando quiera. Opción ganadora!!!

En taxi vas por un carril especial y apenas tardamos 30′ en llegar. Si vas en bus o coche privado pillarás atasco y tendrás que rellenar papeles en la aduana.

El lado argentino cuidaba muchísimo el medio ambiente, el lado brasileño muchísimo menos y aún así venían «bandadas» de mariposas hacia la luna de nuestro coche. Menos mal que no se estrelló ninguna.

Al llegar al parque, entregas tu entrada (nos costó 16€ y sólo se pueden comprar un mes antes de la visita). Una vez compradas puedes cambiar el día y la hora. En un autobús adaptado iremos justo donde queremos ir.

El bus hace 3 paradas. La 1ª es para hacer un paseo de 3 km a través de la selva y montar en un bote para descender los rápidos que te llevarán a la cascada. Esto es opcional y no entra con la entrada. La 2ª parada era para llegar a la pasarela que te lleva a los pies de la cascada, nos dijeron que no era accesible y esta vez hicimos caso. Me dio pena no ir hasta que vi lo que sucedía desde las alturas. Una pasarela llena de gente y un cuadrilátero de «sardinas en lata» a los pies de la cascada (tenéis foto). En esta parada también hay un mirador precioso justo enfrente del hotel y 100% accesible, como todo lo que vimos. Seguimos hacia delante y en la última parada encontré mi sueño hecho realidad. Bueno, en realidad, mi primer sueño se cumplió en el Serengeni . Y ya no tengo más sueños viajeros, tendré que buscarme otros o repetir los ya conseguidos jeje.

Sacamos las entradas para las 10 am, fuimos directos a la 3ª parada del bus y no había exceso de gente.

Nuestra visita duró un par de horas. Si queréis visitar el parque de las aves está a cien metros de las cascadas y se puede ir andando. Si queréis paseo en helicóptero, también queda de camino y el taxista os cobrará lo mismo por ir a todos los sitos.

La idea era visitar después el circuito superior argentino pero volvió a llover .

En la foto vemos el Hito de las Tres Fronteras. Se puede ver desde Puerto Iguazú y es un enclave donde los ríos Paraná e Iguazú delimitan las fronteras entre Argentina, Paraguay y Brasil. Desde un mismo punto se pueden apreciar los tres países. En pocas partes del mundo ocurre algo así.

Al volver a Buenos Aires, aterrizamos en el Aeroparque, está mucho más cerca que el Aeropuerto Internacional Ezeiza del centro de la ciudad, y un bus público nos llevará al centro en pocos minutos.

Tema ayuda en aeropuertos: En Puerto Iguazú no tienen los medios pero tienen el conocimiento y lo hicieron muy bien., en Buenos Aires tienen los medios pero no tienen ni idea. En uno de los viajes me dejaron caer sobre el respaldo del asiento delantero y me dieron un golpe en la ceja que me estuvo doliendo 4 días, en otro tuve que decirles yo lo que tenían que hacer y en el último…. Llegué a España y la silla llegó dañada, ooootra vez. La 1ª fue en París. ¿Lo recordás? Afortunadamente, las compañías aéreas pagan.

Fin del viaje espero que lo hayáis disfrutado .

AQUI podéis ver más fotos y en esta story destacada de IG tenés unos vídeos muy chulos.